La escudería inglesa tiene el objetivo de mejorar el rendimiento del año pasado y poder aspirar a los puestos de cabeza con las mejoras y la llegada del piloto asturiano.
Las miradas del público español estarán puestas en el AMR23 de Fernando Alonso esta temporada. El Aston Martin prevé dar un salto de calidad respecto al curso anterior y estar en la zona de puntos e incluso poder soñar con estar con los coches de la cabeza si las mejoras dan resultado.
Las pruebas en el túnel del viento durante la pretemporada fueron satisfactorias. El optimismo en la fábrica era ilusionante. Incluso Fernando se mostraba confiado de que el proyecto escogido era el correcto y que estaban listos para competir mejor que en el 2022.
Debe existir un salto de calidad en Aston Martin para hacer competir a sus pilotos junto a los Mclaren y los Alpine. Las nuevas modificaciones en la parte aerodinámica con un nuevo alerón delantero y una modificación de los pontones deben permitir estar muy cerca de los coches punteros.
Asimismo, el punto débil del año pasado en el que han centrado los esfuerzos ha sido en la unidad de potencia. La formación de Alonso será prevista con Mercedes en este ámbito, que fue uno de los más fiables en 2022. Un aspecto que permitirá mejorar la fiabilidad y tener más consistencia los domingos. Algo que no estaba sucediendo en los últimos tiempos.
La primera toma de contacto en las pruebas de Shakir fue un tanto extraño. En primer lugar, Lance Stroll no ha podido participar por una lesión en las muñecas y no ha podido estar probando en el monoplaza en Shakir. Su puesto en los test lo cogió el piloto de pruebas Felipe Drugovich.
Además, en el primer día de rodaje tuvieron que detener a Drugovich por un problema electrónico, que se subsanó de inmediato y pudo rodar más tarde. Los inconvenientes también sacudieron a Fernando, ya que su AMR23 sufrió daños en el fondo plano. Sin embargo, cuando el coche salió a pista empezaron las buenas noticias. En el primer día consiguió el segundo mejor tiempo y ayer acabó tercero.
Ambos pilotos mostraron un gran ritmo en Bahréin, donde se celebrará la primera carrera del año el próximo fin de semana. Ahí es donde se verá realmente el nivel verdadero que muestran todos los equipos, aunque los Red Bull parecen ser los claros dominantes en la primera toma de contacto.
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El Aston Martin y el McLaren ya son una realidad
Lo que está claro es que a Alonso no le quedan muchos años en activo y Aston Martin puede ser su última escudería, pero desea que sea la última bala para estar cerca de las primeras plazas. Después de su infructífero paso por Alpine Team, llega a un nuevo proyecto con la ilusión intacta y con ganas de volver a ser competitivo sobre el asfalto.
Su incorporación puede servir para que los británicos den un paso al frente. Las aptitudes del experimentado están demostradas, solo hace falta que tenga un monoplaza veloz para conseguir luchar por estar en las primeras posiciones. Es capaz de luchar por cosas imposibles y lograr resultados sorprendentes.
Es la vigésima temporada en la que el español se pone a los mandos de un Fórmula 1 y quiere mejorar los resultados logrados en 2022, donde quedó en el noveno puesto. Muy lejos de sus aspiraciones como campeón del mundo que es. Para mejorar esa posición, el Aston Martin deberá mejorar porque sus pilotos quedaron duodécimo y décimo quinto en la clasificación general del último curso.
Ese paso adelante tiene que producirse en la escudería para ser competitivos y poder estar entre los cinco mejores equipos. Ese debe ser el primer objetivo para ambos, aunque aún todo es incierto porque desconocemos cuál será el nivel real hasta que empiece lo serio el sábado en la clasificación por la pole en Bahréin.
El canadiense llega tras quedar décimo quinto, sumando 18 puntos, en la última temporada. Fue ampliamente superado por su compañero Sebastian Vettel, que consiguió un total de 37. La competencia fue dura porque se medía a un cinco veces ganador del campeonato de pilotos.
Sin embargo, este año debe ser el que dé un paso al frente y consiga acercarse al top 10 de la parrilla. La batalla por ser el primer piloto de Aston Martin parece pérdida. Además, su presencia en el primer GP está en entredicho debido a la dolencia en la mano.
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