Artículo previamente escrito el (05/12/2022)
Se cumplen 4.000 días desde que el Cholo Simeone llegó al banquillo del Atlético de Madrid. Casi 11 años con el “partido a partido” grabado en la piel atlética.
Mucho ha llovido desde aquel pasado 23 de diciembre de 2011 cuando el Atlético de Madrid caía eliminado dos días antes en la Copa del Rey por el Albacete en treintaidosavos de final. Entonces el torneo del KO se jugaba a doble partido y el equipo grande tenía la opción de cerrar la eliminatoria en casa ante su afición. Pasó lo contrario, el Albacete no solo hizo bueno el 2-1 de la ida, sino que asaltó el Calderón ganando por la mínima con un gol tempranero de Curto.
Goyo Manzano era fulminado del banquillo atlético ya que en liga las cosas tampoco iban bien (sexto clasificado en ese momento) y se confiaba la manija del equipo a un ídolo de la afición que en su época de jugador ya tenía a la grada rendida a sus encantos.
Diego Simeone aterrizaba en Madrid procedente de un Racing de Avellaneda al que había renunciado como técnico después de estar al mando tan solo seis meses en los que solo perdió dos partidos de diecinueve dirigidos y además obtuvo la clasificación para la Copa Sudamericana de 2012, poniendo así fin a una racha donde La Academia llevaba nueve años sin disputar un torneo internacional.
A pesar de que su debut no se saldó con victoria, sí que se hizo sumando un punto y dotando de poder ofensivo a la defensa. Empate a cero en La Rosaleda con un once que acabaría siendo conocido por todos: Courtois, Perea, Godín, Domínguez, Filipe Luis, Tiago, Gabi, Juanfran, Diego Ribas, Salvio y Radamel Falcao. Su debut en el Calderón sí que se saldó con victoria, en este caso ante el Villarreal por 3-0 y con doblete del colombiano Falcao.
Además, la temporada no pudo acabar mejor. El Atlético de Madrid disputaba la Europa League y tras dejar en el camino a equipos como el Lazio, Besiktas, Hannover 96 o Valencia, se plantaba en la final para disputársela al Athletic Club de Marcelo Bielsa.
No fue un duelo más, era la vuelta del Atlético a una final europea y era el duelo entre entrenadores argentinos y una de las referencias de Simeone en su carrera.
Falcao en dos ocasiones y Diego Ribas conseguían la segunda Europa League del Atlético y dejaban claro que la directiva no se había equivocado en la elección del de San Nicolás, que además meses más tarde lo rubricaba con la consecución de la Supercopa de Europa.
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Desde el primer día que pronunció el célebre partido a partido (un 21 de enero tras ganar en Anoeta 0-4) dicha filosofía sigue a día de hoy instaurada en el imaginario colchonero a fuego y no ha cambiado cuatro mil días después.
Y es que analizando con perspectiva la era Simeone, además de los títulos el legado es gigantesco si se compara dónde estaba el Atlético de Madrid antes de su llegada y dónde lo está ahora mismo.
No solo en España, donde lleva una década batallando con Real Madrid y Barcelona, arrebatándole títulos en varias ocasiones como la final de Copa de 2013 que ganó a su histórico rival en el Bernabéu o la liga del año siguiente donde una victoria en el último partido de liga en el Camp Nou arrebataba a Leo Messi y compañía la posibilidad de celebrar el título en casa.
Además de eso, el Atlético de Madrid se ha hecho grande en Europa y eso ya son palabras mayores. Los colchoneros son un rival que todo equipo quiere evitar en Champions League y ya ha patentado eliminatorias míticas como contra el Liverpool o el Manchester City. No obstante, la espina clavada en gran parte de la afición e incluso en el propio Simeone sigue estando ahí al perder las dos finales del máximo título continental en las ediciones de 2014 y 2016 ante ni más ni menos que el Real Madrid.
Seguramente en estos momentos el Atleti y el Cholo pasen por su momento más difícil ya que la prematura eliminación de Champions y su quinto puesto en liga (a trece puntos del líder) ponen complicado el poder disputar títulos esta temporada. Algo que ya la pasada temporada tampoco pudo conseguirse.
Además, el equipo tiene dudas con su juego y ha conseguido resultados muy alejados de lo que debería ser la realidad del club como las derrotas ante Cádiz y Mallorca en LaLiga. Por lo que la Copa del Rey debería ser un título en el que centrarse esta temporada.
Los problemas con algunos jugadores, entre ellos piezas claves como João Félix no ayudan a que el clima en el Metropolitano sea el mejor e incluso ya hay aficionados que se han atrevido a dudar de la continuidad del técnico que a pesar de todo aún tiene contrato hasta 2024.
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