España, infalible en las rondas clasificatorias

La selección nacional busca estar en la Eurocopa de 2024 y los antecedentes dejan claro que en la última década no ha sufrido para estar en las últimas ediciones.

España quiere seguir demostrando que sigue siendo una potencia mundial en el mundo del fútbol. Para ello debe confirmar su presencia para la próxima Eurocopa, que se disputa en Alemania el próximo 2024. Una clasificación que ha logrado en las últimas siete ocasiones. 

De las 16 ediciones que se han celebrado del campeonato europeo, España no ha podido estar en la fase final en cinco ocasiones. No ha logrado clasificarse en cuatro ocasiones, mientras que la primera vez que se disputó el torneo, en 1960, se retiró de participar. Tres de las eliminaciones ocurrieron de forma consecutiva, desde el año 1968 hasta 1976. El conjunto nacional estuvo catorce años sin participar en la fase final del torneo. 

Solvencia en los últimos años

En la última Eurocopa celebrada en 2020, la selección española obtuvo el billete de una forma impecable. Consiguieron quedar en primer lugar, con 26 puntos. Ganaron diez partidos y empataron dos, en un grupo cuya mayor amenaza era una Suecia sin Zlatan Ibrahimovic, que finalizó el grupo segunda con 21 puntos. En tercera posición quedó Noruega con 17, que se quedó fuera.

La situación no fue diferente en la edición de 2016. Los españoles lograron clasificarse de nuevo primeros, aunque esta vez perdieron un duelo ante una Eslovaquia, que al final acabó terminando segunda por detrás de España. Ucrania fue la que completó el tercer puesto.

Con Vicente Del Bosque, con quien España alcanzó su mayor éxito, consiguiendo la Copa Mundial en Sudáfrica, el equipo consiguió ser fiable en todas las clasificaciones para los europeos. En 2012, consiguió hacer pleno de victorias en un grupo en el que el mayor peligro era la República Checa. La Roja consiguió vencer 2-1 en Granada a los checos y en Praga vencieron por 0-2.

Pleno absoluto en el siglo XXI

La Roja ha conseguido superar todas las fases clasificatorias en lo que llevamos de siglo. Aunque la situación más complicada se vivió para la edición de 2004, cuando se tuvo que ir a la repesca para lograr el pase, tras quedar segunda detrás de Grecia. El rival fue una Noruega, que no tuvo apenas opciones de vencer. En el encuentro de ida, en Mestalla, cayeron por 2-1 y en la vuelta, en Oslo, España consiguió un abultado 0-3. 

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El momento más complicado que se vivió respecto a las participaciones en los europeos comenzó en 1968. Justo cuatro años más tarde de la consecución del primer título europeo. 

En ese año, el equipo nacional no consiguió acceder a la fase final del torneo disputado en Italia. Inglaterra eliminó a España en los cuartos de final de la fase clasificatoria y le privó de estar disputando el título. A pesar de que antes habían quedado primeros en el grupo previo formado por Checoslovaquia, Irlanda y Turquía. Sin embargo, en el duelo definitivo a doble partido cayeron de forma contundente con un global de 3-1 a favor de los británicos.

Cabe destacar que en esa época el formato no consideraba llegar a la fase final, si no conseguías llegar a las semifinales. Ya que tanto la fase de grupos como los cuartos de final se disputaban en ida y vuelta en cada país correspondiente. 

En 1972 se quedaron en segunda posición de un grupo formado por la URSS, con la que la selección entonces dirigida por Kubala perdió sendos encuentros, Irlanda del Norte y Chipre. Además, ante los irlandeses en el partido que disputaron como visitantes no pudieron pasar del empate. No pudieron llegar a los cuartos de final, dando un paso atrás respecto cuatro años atrás.

La situación no mejoró en 1976, donde también cayeron en los cuartos de final ante Alemania Federal. Igual que había sucedido ocho años atrás con Inglaterra. En el encuentro de ida empataron a uno, pero en la vuelta perdieron por 0-2.

Tras este período de ausencias, España logró estar presente en todas las ediciones de la Eurocopa salvo en una ocasión. Fue en el año 1992 con sede en Suecia. La selección terminó tercera en el grupo clasificatorio, por detrás de Checoslovaquia y Francia. Ganaron tres partidos y cayeron en cuatro. Desde entonces, España no ha dejado de vivir este tipo de eventos en la fase final. Un signo de la evolución positiva que ha tenido el fútbol español.