El combinado dirigido por Julian Nagelsmann tendrá que disipar las dudas ante su afición tras ser incapaz de superar los octavos de final en sus últimas tres citas internacionales.
La selección alemana será anfitriona de la Euro 2024, algo que se convierte en una ventaja importante en su carrera hacia el título. Sin embargo, los malos resultados de los germanos en las últimas citas internacionales también se traducen en una mayor presión.
El primer objetivo del combinado nacional dirigido por Julian Nagelsmann pasa por superar el Grupo A como líder de la liguilla. Sus partidos ante Escocia, Hungría y Suiza deberían ser asequibles para una potencia futbolística como Alemania, al mismo tiempo que la exigencia irá de menos a más por el nivel de sus rivales.
El primer fantasma que debe espantar Alemania tiene que ver con el resultado de los últimos tres torneos internacionales: la Copa Mundial de 2018, la Euro 2020 y la Copa Mundial de 2022. La exigencia es máxima para la selección más galardonada del viejo continente y ha estado muy lejos de cumplir con las expectativas.
La eliminación en la fase de grupos de la Copa Mundial de 2018 supuso una sorpresa mayúscula, ya que Alemania siempre había accedido a las eliminatorias directas en este torneo. Además, los germanos fueron últimos por detrás de Suecia, México y Corea del Sur, que llegaban muy por debajo de su nivel.
La Euro 2020 no presentó signos de mejora y Alemania se despidió del torneo continental en octavos de final. Su segunda plaza en la liguilla se tradujo en un cruce con Inglaterra que supuso demasiada exigencia para los germanos.
Finalmente, la Copa Mundial de 2022 también implicó una pronta despedida en la fase de grupos ante España, Japón y Costa Rica. Este último resultado conllevó profundos cambios deportivos en el seno de la selección alemana y los resultados deberían notarse durante el próximo mes.
La Nations League es un torneo menor, pero sirve para conocer el pulso competitivo de los equipos. El caso de Alemania también es llamativo en esta competición, ya que ha sido incapaz de acceder a la Final Four en sus tres ediciones.
Los germanos se mantienen en la Liga A, que representa la máxima categoría de las selecciones europeas. Aun así, no ha sido capaz de firmar una racha estable de buenos resultados conta oponentes de primer nivel, al mismo tiempo que ha abonado al sufrimiento ante rivales inferiores.
Otra de las grandes dudas que debe despejar Alemania tiene que ver con el proyecto deportivo que protagoniza Julian Nagelsmann desde el banquillo. El técnico germano es uno de los más reputados del país, pero la presión es máxima tras acceder al cargo en septiembre de 2023.
El balance de resultados en encuentros amistosos no es bueno desde ese momento con tres victorias, un empate y dos derrotas. Sin embargo, la mejoría fue notable en la última ventana internacional con dos triunfos ante Países Bjos (2-1) y Francia (0-2) que han devuelto la ilusión a los aficionados alemanes.
La vuelta de Toni Kroos también supone un aliciente, debido a que estamos hablando de uno de los mejores centrocampistas del mundo. El alemán disputará su último torneo antes de la retirada y llega tras sellar una temporada sobresaliente con el Real Madrid.
Por supuesto, su edad genera dudas en algunos analistas, que apuestan por un cambio generacional de Alemania. La realidad es que hay muy pocos jugadores con sus prestaciones y es una baza que no se puede pasar por alto en ningún momento.
La presencia de Florian Wirtz (Bayer Leverkusen), Jamal Musiala (Bayern de Múnich), Kai Havertz (Arsenal FC), Nico Schlotterbeck (Borussia Dortmund) o Aleksandar Pavlovic (Bayern de Múnich) supone otra de las grandes ilusiones de Alemania.
Esta nueva generación de futbolistas se reparte por todas las líneas del terreno de juego y todos se han convertido en piezas indispensables de sus respectivos equipos. La unión entre experiencia y juventud suele traducirse en muy buenos resultados internacionales, algo que podrán demostrar los alemanes a corto plazo.
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