Consulta las fechas más importantes, la etapa reina y los perfiles más exigentes del Giro de Italia.
El Giro de Italia empieza el sábado 4 de mayo y se extenderá durante tres semanas hasta su final el domingo 21 de mayo. Por lo tanto, contará con las tradicionales 21 de etapas y dos días de descanso, al mismo tiempo que la exigencia irá claramente en aumento con el paso de las jornadas.
El recorrido está marcado principalmente por dos factores: las contrarrelojes individuales, que suman más de 70 km en total, y las etapas de montaña durante la última semana. La presencia de grandes ascensiones se ha reducido respecto a ediciones anteriores, sobre todo al hablar de encadenados importantes.
Sin embargo, la Etapa 16 con la subida al Passo Brocon y la Etapa 20 con un doble ascenso al Monte Grappa serán cruciales para componer la clasificación general. Además, la etiqueta de etapa reina se localiza en la Etapa 15 y podría suponer un punto de inflexión para los favoritos del pelotón.
La primera prueba de fuego para los candidatos a la maglia rosa se producirá con una contrarreloj individual más larga de lo habitual en las grandes vueltas. El inicio será eminentemente llano hasta los pies de Perugia, pero el tramo final servirá para que se produzcan las primeras diferencias en la clasificación general.
El desgaste de la crono influirá directamente en el estreno de la montaña, que nos presenta un etapón corto y explosivo en los Apeninos. Las subidas y bajadas se entrelazan hasta la ascensión final, que cuenta con unos 14 km y una media el 7 % de desnivel.
Esta contrarreloj es perfecta para los especialistas, debido al escaso desnivel y a la posible influencia del viento en las vías abiertas. Además, la cercanía con el final del Giro genera todavía más presión entre los favoritos, que pueden agotar sus opciones en caso de perder tiempo.
Esta jornada será la etapa reina por la exigencia del recorrido y porque estamos ante la más larga de toda la vuelta italiana. El perfil de montaña se ha modificado para descartar la ascensión al puerto suizo de Forcola di Livigno, que se ha sustituido por el icónico Passo de Mortirolo.
Esta subida a uno de los grandes colosos del Giro de Italia, que cuenta con 13 km, un desnivel medio del 7,5 % y tramos que alcanzan el 16 %, finalizará a 67 km de meta. Eso sí, se enlazará con el Passo de Foscagno para terminar en alto y lograr el desnivel acumulado más grande de esta gran vuelta: 5300 metros.
La segunda contrarreloj individual y la etapa reina darán paso al último día de descanso, que servirá para recomponer fuerzas antes de la semana decisiva. La vuelta a la carretera supone un nuevo desafío para el pelotón por el desgaste físico acumulado.
Un perfil con cuatro ascensiones importantes y final en alto, que es perfecto para sentenciar el liderato de la clasificación general. Los descensos también pueden marcar diferencias, aunque el tramo decisivo serán los últimos 2 km con un desnivel del 12 % de media y curvas cerradas.
El penúltimo día solo tendrá alicientes si las diferencias no son especialmente grandes entre los favoritos. La doble ascensión al Monte Grappa permite un ataque temprano, pero las largas impedirán que estas diferencias de tiempo se disparen.
Ingreso mínimo de 5€ para los créditos de apuesta. Las ganancias no incluyen el importe de los créditos de apuesta. Se aplican condiciones, límites de tiempo y exclusiones. Ingreso mínimo de 50€ para las fichas doradas. Se aplican premios máximos, restricciones de juego, límites de tiempo y condiciones.