Artículo previamente escrito el (14/11/2022)
El pivot de origen camerunés se muestra imparable ante Utah Jazz y consigue la mejor anotación de toda su carrera con 59 puntos ante el entusiasmo del Wells Fargo Center.
La pasada madrugada los fans de los Sixers vivieron una de esas noches que quedará en el recuerdo de todos y es que ver que tu jugador franquicia entra en el Top 5 de más puntos anotados en un partido desde 1967 no es algo que se vea todos los días, sobretodo en un club de la historia de los de Pensilvania.
Desde que Wilt Chamberlain estableciera el récord de la franquicia hasta el momento con 68 puntazos hace 55 años, solo dos jugadores le acompañan o se acercan al mito de The Big Dipper. Desde entonces solo Embiid (59) y otra leyenda de la franquicia como Allen Iverson (60) se han acercado a sus números. Chamberlain posee el récord (68) y también copa los otros dos puestos del podio (65 y 62). Llegados a este punto es importante poner bajo contexto que la mítica marca de 100 puntos del bueno de Wilt la consiguió con los Phiiladelphia Warriors y no Sixers.
"Es genial. Me encanta Philadelphia. Estoy feliz de estar aquí. A esas dos leyendas, los respetos mucho. Estar en esa lista, significa mucho para mí, pero todavía tengo un largo camino por recorrer". Joel Embiid al acabar el encuentro.
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Los Warriors necesitan reaccionar
Embiid no solo anotó ante los Jazz, sus estadísticas lo dejan claro. A sus 59 puntos hay que sumarle los 11 rebotes que capturó, las 8 asistencias que repartió y los 7 tapones que colocó. Cifras astronómicas que van de la mano con la calidad del pivot que tiró de galones en una noche donde su equipo trabajó para él como es habitual, más teniendo en cuenta la baja de James Harden.
Gigante en la zona para frenar los ataques de los Jazz, Embiid se quedó en un 19 de 28 en tiros de campo (68%), metió un triple de los cinco que intentó y anotó 24 de los 28 tiros libres que lanzó. Pero aún hay más, Embiid anotó 26 de sus puntos en el último cuarto. Para ponerlo en perspectiva el resto del equipo anotó tan solo 1 punto obra de Danuel House Jr. En Utah anotaron cinco jugadores en el último periodo.
Y es que la superioridad de Joel Embiid fue tal que se puede resumir también en dos anécdotas más del final del partido. A falta de veinte segundos para el final del partido y con los Sixers ganando de cinco puntos, Lauri Markkanen tuvo dos tiros libres para acercarse en el marcador, Embiid no dudó en acercarse a él para susurrarle: “No metas los tiros libres que no quiero ir a la prórroga. Tengo que acostar a mi hijo”. Resultado, el finlandés falló los dos y los Sixers cerraron el partido.
Segundos después y tras capturar el rebote atravesó campo contrario y se frenó para dar por terminado el partido, no intentó llegar a los 60 ante los gritos de los aficionados y de sus propios compañeros. Joel Embiid tenía otros planes.
Los Sixers se colocaron con las mismas victorias que derrotas en una temporada donde les está costando arrancar y donde la química del equipo está dejando actuaciones pobres como las vividas en Nueva York, Washington o Toronto recientemente. La de anoche fue sin duda una victoria de mérito ante unos Jazz que están siendo una de las agradables noticias de la NBA en lo que va de temporada y que anoche no pudieron hacer nada para parar a Embiid a pesar de la inspiración de Beasley (18 puntos) o Markkanen (15 puntos y 10 rebotes).
Con la posibilidad aún de poder ver a Joel Embiid defendiendo los colores de la selección francesa la pregunta es obvia: ¿quién podría pararle en un EuroBasket?
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