El excapitán del equipo londinense regresa al banquillo con un contrato temporal hasta final de temporada para que el club tenga el tiempo suficiente para elegir a un entrenador permanente, con Luis Enrique entre los candidatos.
Sumido en una temporada turbulenta, el Chelsea ha optado por evitar caer en los errores del pasado septiembre y no apresurarse a contratar a un nuevo entrenador tras la destitución de Graham Potter. El técnico inglés tomó las riendas del equipo al día siguiente de la destitución de Thomas Tuchel y lo hizo con un contrato por cinco temporadas, pero no había cumplido todavía los siete meses en el cargo cuando el domingo fue destituido tras el 0-2 en casa ante el Aston Villa, con un registro global de 12 victorias, 8 empates y 11 derrotas.
Mientras la directiva del club londinense buscaba un sustituto, al frente del banquillo se puso Bruno Saltor, ayudante de Potter hasta ese momento y quien el martes salvó los muebles con el 0-0 frente al Liverpool en Stamford Bridge. Ahora toma el testigo Frank Lampard en calidad de entrenador interino hasta final de temporada, para que el club continúe su “exhaustivo proceso para encontrar un entrenador permanente”, según han explicado Todd Boehly y Behdad Eghbali, dos de los dueños del club.
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En el verano de 2019, cinco años después de despedirse del Chelsea como una leyenda por sus éxitos durante 13 temporadas en el equipo, Frank Lampard regresó al club en calidad de entrenador tras la marcha de Maurizio Sarri. Por aquel entonces excapitán de los blues firmó un contrato por tres temporadas, a pesar de que apenas contaba con un año de experiencia como entrenador del Derby County en la Championship.
Sus inicios fueron complicados, ya que debutó con un humillante 0-4 en la Premier League ante el Manchester United y luego cayó en la Supercopa de la UEFA mediante los penaltis ante un Liverpool que al mes siguiente también se impuso en Stamford Bridge. Además, en el arranque de la Champions League sucumbió por 0-1 ante el Valencia y en octubre quedó eliminado de la EFL Cup con una nueva derrota ante el United.
Sin embargo, el Chelsea se fue reponiendo poco a poco para acabar en la cuarta posición de la Premier y llegar a la final de la FA Cup, eliminando por el camino precisamente al Liverpool y al Manchester United. Una derrota por 2-1 ante el Arsenal dejó a los blues sin el título copero, mientras que su campaña de la Champions acabó en octavos al verse arrollados por el Bayern de Múnich.
Las cosas no fueron mejor al curso siguiente, sino todo lo contrario. A una nueva eliminación temprana en la EFL Cup le siguió una crisis en la Premier que dejó al Chelsea ubicado en la novena posición al término de la primera vuelta con ocho victorias, cinco empates y seis derrotas. Ante esa situación, la directiva despidió a Lampard y lo sustituyó por Thomas Tuchel, quien unos meses después acabaría conquistando la Champions, metiendo al equipo en el Top 4 de la liga inglesa y conduciéndolo a la final de la FA Cup.
El nombramiento de Lampard como técnico provisional hasta final de curso ha llegado poco después de que se especulase con la llegada de Luis Enrique al banquillo blue. Según la prensa deportiva inglesa, el exseleccionador español se encontraba en Londres este miércoles para negociar su contrato, pero al no ser el único candidato que baraja el club, el equipo directivo ha optado por no apresurarse.
La principal alternativa a Luis Enrique en estos momentos es Julian Nagelsmann, recientemente destituido como entrenador del Bayern de Múnich pese a eliminar al Paris Saint-Germain de manera contundente en los octavos de la Champions. La prensa británica también sitúa en la lista de candidatos a Mauricio Pochettino, Ruben Amorim, Antonio Conte, Luciano Spalletti e incluso Xabi Alonso.
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