La franquicia angelina ha perdido sus seis partidos de la pretemporada y ahora arrancan el curso con una plantilla muy renovada frente a unos Warriors optimistas bajo el liderazgo de Curry.
Los Angeles Lakers vivieron una desafortunada temporada 2020/21, a la que acudieron como campeones de la NBA y de la que salieron eliminados en la primera ronda de los ‘playoffs’, algo que nunca le había sucedido a LeBron James en ninguno de sus equipos. Las lesiones fueron un problema constante que también afectaron al propio LeBron, quien a sus 37 años se erige una vez más en el líder para reconquistar el éxito, esta vez con una plantilla muy cambiada (y mejorada).
Entre los nuevos compañeros de LeBron y Anthony Davis aparecen numerosos veteranos de peso como Carmelo Anthony, Dwight Howard, Rajon Rondo, DeAndre Jordan y Russell Westbrook, máximo asistente de la pasada temporada con los Washington Wizards.
Sin embargo, los Lakers han sido protagonistas de la pretemporada a su pesar, ya que han perdido cada uno de los seis partidos que han disputado. Dos de esas derrotas se produjeron ante los Golden State Warriors, sus rivales en el que será el primer partido oficial del curso en el Oeste.
Los Warriors, por el contrario, han firmado un pleno de cinco victorias durante la pretemporada y Stephen Curry ya calentó motores en el último de ellos, con 41 puntos ante los Portland Trail Blazers. El base de 33 años sigue siendo el motor del conjunto californiano, pero ya ha quedado demostrado que él solo no puede devolver la gloria a los Warriors. La buena noticia es que Klay Thompson, aunque todavía no recuperado de su rotura del tendón de Aquiles, está cerca de volver tras perderse toda la pasada temporada.
