Los mejores Clásicos en el Camp Nou

Los duelos entre el Barça y el Real Madrid en la Ciudad Condal nos han dejado momentos históricos, como goleadas por ambas partes, el día que Raúl silenció a la afición azulgrana, la eclosión de Messi o la monumental pitada a Figo.

El Clásico entre el FC Barcelona y el Real Madrid se ha convertido, sin ninguna duda, en el partido más importante de la temporada para los aficionados que acuden al Spotify Camp Nou. Además, este duelo entre eternos rivales ha roto por completo las fronteras nacionales y se ha convertido en uno de los eventos deportivos más seguidos del mundo.

La magnitud de este encuentro también se traduce en una gran cantidad momentos históricos que ha quedado para el recuerdo o el olvido tanto de madridistas como azulgranas. Los dos equipos tienen ejemplos de sobra para sacar pecho, pero también se han dado momentos de inferioridad respecto a su oponente.

La mayor goleada blanca

Uno de los partidos más importantes en la historia del Real Madrid fue su contundente triunfo contra el Barça en el Cam Nou durante la temporada 1962/63. Los blancos arrollaron sin contemplaciones a su rival (1-5), aprovechando la calidad de un Ferenc Puskás que firmó un hat-trick inolvidable. Otros dos jugadores míticos como Paco Gento y Alfredo Di Stéfano redondearon el marcador.

El Barça estrenó 'manita'

Los azulgranas también hicieron historia en la temporada 1993/94, cuando comandados por Johan Cruyff le endosaron la primera 'manita' a su eterno rival (5-0). El futbolista más destacado fue Romário, que con su hat-trick desarmó por completo a los de Benito Floro y dejó el detalle sobre el césped de su mítica cola de vaca.

El Dream Team demostró su superioridad, aunque los blancos llegaban a este duelo tras encadenar una década sin ganar en el Camp Nou. El tiempo se alargó otros 10 años, al mismo tiempo que la siguiente 'manita' culé tuvo que esperar 17 campañas.

Raúl silenció al estadio

La temporada 1999/00 nos dejó uno de los momentos más icónicos del fútbol español, ya que Raúl González blanco se llevó el dedo a los labios para silenciar al Camp Nou al celebrar el gol del empate. El delantero había empezado a fraguar su leyenda en el conjunto de la capital española, pero se consagró tras ver portería a escasos minutos del pitido final y darle el empate a su equipo (2-2).

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La mayor pitada de la historia

El partido que consagró a Raúl como un icono madridista también supuso el último encuentro de Luis Figo contra el Real Madrid con la camiseta azulgrana. El portugués fichó por el eterno rival unos meses más tarde y recibió una monumental pitada del público en su primer duelo con la elástica blanca en el Camp Nou.

El Barça se llevó la victoria de este choque en la temporada 2000/01, aunque el resultado pasó a ser secundario al no recordarse nada igual en unas gradas (2-0). Además, la actuación del luso pasó prácticamente desapercibida ante la presión.

La Novena se fraguó en la Ciudad Condal

La temporada 2001/02 también nos dejó un duelo muy recordado en la capital española, ya que el noveno título del Real Madrid en la UEFA Champions League se fraguó en el Camp Nou. Los blancos visitaban a su eterno rival en el partido de ida de las semifinales y se llevaron una contundente victoria (0-2), que terminó eliminando a un Barça que acumulaba ocho campañas sin alcanzar la final.

Un mes después Zinedine Zidana marcaría uno de los goles más icónicos de la historia del fútbol contra el Bayer Leverkusen, tras rematar con una volea imposible el centro de Roberto Carlos. Los blancos demostraron esa noche que iban a seguir haciendo historia en la máxima competición continental.

Messi, el rival más temido

Finalmente, no podemos pasar por alto la importancia de Lionel Messi para el Barça y el daño que le ha infligido al Real Madrid en prácticamente todos sus enfrentamientos directos. Eso sí, el choque de la temporada 2006/07 en el Camp Nou fue especial para el argentino, que anotó su primer hat-trick contra el eterno rival y su actuación fue esencial para que los locales amarrasen el empate (3-3).

Los blancos se adelantaron en el marcador hasta en tres ocasiones, pero Messi aparecía para poner tablas en el luminoso y tirar de un equipo que acabaría perdiendo el título liguero por una diferencia mínima de puntos. El argentino demostró que se estaba fraguando una de las grandes leyendas del fútbol.