El técnico portugués ha ganado todas las finales de los tres principales torneos continentales que ha disputado hasta la fecha.
José Mourinho afrontará este miércoles la vigesimosexta final a partido único de su trayectoria profesional como entrenador, cuando se enfrente al Sevilla de José Luis Mendilibar en busca del título de la Europa League al frente de la Roma. Desde que llegó a la de la Copa de la UEFA con el FC Oporto en 2003, el técnico luso ha disputado al menos una final con todos los equipos que ha tenido a su cargo y su bagaje es de 16 victorias y 9 derrotas.
Su registro en los torneos europeos es especialmente favorecedor, pues siempre se proclamó campeón cuando llegó a la final de la Champions League, de la Europa League y de la Conference League. Sin embargo, en la Supercopa de la UEFA cuenta con un pleno de tres derrotas: Con el Oporto perdió 1-0 ante el AC Milan en 2003, al frente del Chelsea perdió por penaltis tras un 2-2 ante el Bayern de Múnich en 2013 y con el Manchester United cayó por 2-1 ante el Real Madrid en 2017.
La primera final que afrontó Mourinho como entrenador fue la de la Copa de la UEFA que se disputó el 21 de mayo de 2003 en el Estadio Olímpico de Sevilla, cuando el entonces técnico del Oporto tenía 40 años. En su camino hacia la capital hispalense, el equipo galo eliminó al Polonia Varsovia, al Austria Viena, al Lens, al Denizlispor, al Panathinaikos (con prórroga incluida) y a la Lazio; mientras que el Celtic se había deshecho del Suduva, el Blackburn Rovers, el Celta de Vigo, del Stuttgart, del Liverpool y del Boavista.
Ambos clubes aspiraban a su primer título de la Copa de la UEFA y fue el delantero brasileño Derlei quien abrió el marcador a favor del Oporto justo antes del descanso. El arranque de la segunda mitad fue movido: Henrik Larsson puso el 1-1 en el minuto 47, Dmitri Alenichev adelantó de nuevo a los de Mourinho en el 54 y Larsson igualó otra vez el marcador instantes después.
El encuentro necesitó una prórroga en la que se aplicaba el gol de plata, regla que daba la victoria al equipo que se fuera al descanso por delante en el marcador, pero el tanto que acabó inclinando la balanza a favor del Oporto llegó en el minuto 115 y Derlei aprovechando un despeje de Rab Douglas, portero del Celtic. Aquel fue el primer trofeo europeo del conjunto luso en 16 años.
La final que realmente cambió el rumbo de Mourinho para siempre fue la de la Champions League de 2004 en el Arena AufSchalke (actual Veltins-Arena) de Gelsenkirchen. Con tan solo dos cambios en el once respecto a la final de la Copa de la UEFA del año anterior, el Oporto se enfrentó a un Mónaco que debutaba en la final de la Champions y que contaba con Fernando Morientes como delantero centro.
Ambos equipos llegaron a la final por sorpresa tras apear a sendos pesos pesados por el camino: el Oporto se deshizo del Manchester United en la primera ronda eliminatoria, mientras que el Mónaco se impuso al Real Madrid en cuartos. En la final, Carlos Alberto abrió el marcador cinco minutos antes del descanso y el Oporto sentenció mediada la segunda parte con los goles de Deco y Alenichev para poner el 3-0 definitivo.
Avalado por su fulgurante éxito europeo, una semana después de la final Mourinho fichó por un Chelsea que había caído en semifinales ante el conjunto monegasco.
La final de la Champions de 2010 reunió a un Bayern de Múnich y un Inter de Milán que aspiraban a convertirse en el primer equipo de sus respectivos países en lograr el triplete durante una misma temporada. Además, tanto Louis van Gaal como Mourinho podían convertirse en el cuarto entrenador en ganar la Champions con dos equipos diferentes.
El Bayern optó por controlar el balón, mientras que el Inter se sintió cómodo jugando a la contra y acertó: el doblete de Diego Milito dio el triunfo a los nerazzurri por 2-0 en el Santiago Bernabéu, precisamente el estadio que una semana después se convirtió en su siguiente casa. Sediento de más éxito, el propio Mourinho declaró al término del partido que seguramente se marcharía del Inter para poder convertirse en el primer entrenador capaz de ganar la Champions con tres equipos distintos. De momento, sigue a la espera de ese tercer trofeo.
Ni en el Real Madrid ni en su segunda etapa en el Chelsea pudo regresar a la final de la Champions, pero durante su primera campaña con el Manchester United alcanzó la final de la Europa League que se disputó en el Friends Arena de Solna. En su camino se impuso ajustadamente al Rostov, al Anderlecht y al Celta, pero en la final ganó al Ajax por 2-0 con goles de Paul Pogba y Henrikh Mkhitaryan.
De manera testimonial, Mourinho metió en el campo a Wayne Rooney justo antes del final para que el capitán de los red devils alzara el trofeo en su último partido con el United, que con el triunfo se convirtió en el quinto equipo campeón de la Champions, la Europa League y la Recopa de Europa.
Aunque Mourinho restó valor en el pasado a cualquier trofeo europeo que estuviera por debajo del de la Champions, en 2022 se convirtió irónicamente en el primer entrenador ganador de la Champions, la Europa League y la Conference League.
Llegó a la final del torneo ubicado en el tercer escalafón continental al frente de la Roma tras batir al Leicester en semifinales y en el Arena Kombëtare de Tirana se topó con un Feyenoord que venía de eliminar al Olympique de Marsella. Un gol de Nicolò Zaniolo en el minuto 32 fue suficiente para proclamar a la Roma campeona y poner a Mourinho con un pleno de cinco triunfos en finales de torneos europeos (sin contar la Supercopa de la UEFA).
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