Artículo previamente escrito el (03/03/2022)
El bicampeón del Tour viene de conquistar el Tour de los Emiratos y ahora va a por la Strade Bianche, donde se verá las caras con el bicampeón del mundo.
El calendario ciclista empieza a calentar motores con las primeras citas del UCI WorldTour. La semana pasada el Tour de los Emiratos marcó el inicio de las carreras por etapas y el Omloop Het Nieuwsblad dio el pistoletazo de salida a las clásicas de un día. Ambas citas bien podrían ser un anticipo de lo que nos espera esta temporada, ya que Tadej Pogacar revalidó el título en los Emiratos, acompañado esta vez por Adam Yates y Pello Bilbao en el podio, mientras que Wout van Aert se impuso en la carrera flamenca con una escapada a 13 kilómetros de meta.
Este fin de semana llega el turno de otras dos importantes citas: el sábado se disputará la Strade Bianche y el domingo comenzará la París-Niza. Tras su éxito en los Emiratos, Pogacar probará fortuna ahora en la carrera toscana, donde el año pasado tuvo que conformarse con la séptima plaza al cruzar la meta casi un minuto después que el vencedor, Mathieu van der Poel. Con sus victorias en las dos únicas etapas de montaña de la carrera emiratí, el joven ciclista esloveno ya ha demostrado su buen estado de forma pese a que la temporada acaba de comenzar, pero la competencia en la Strade Bianche será alta.
La cita italiana no solo contará con el ganador de las dos últimas ediciones del Tour de Francia, sino también con el vencedor de las dos últimas ediciones del Campeonato del Mundo. Julian Alaphilippe ha llevado a cabo su rodaje en tres citas de categorías inferiores antes de afrontar la Strade Bianche, carrera que ya ganó en 2019 y en la que acabó segundo el año pasado. El francés de 29 años inició su campaña en el Tour de la Provenza, donde terminó segundo de la general por detrás de Nairo Quintana, y el pasado fin de semana disputó la Faun-Ardèche Classic (vigesimoquinto) y la Drôme Classic (quinto) para ponerse a punto de cara a este sábado.
Pero Alaphilippe no es el único rival peligroso con el que se enfrentará Pogacar en la Strade Bianche. Ambos deberán prestar mucha atención al inglés Tom Pidcock, quien el pasado verano se colgó la medalla de oro olímpica en la modalidad de campo a través y hace un mes se proclamó campeón del mundo de ciclocrós. A sus 22 años, el de Leeds también cuenta con varios logros en el ciclismo en ruta, incluyendo su victoria del curso pasado en la Brabantse Pijl por delante de Van Aert, y su experiencia en cliclocrós le servirá de ayuda en una carrera con muchos tramos de tierra.
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La Strade Bianche es una carrera muy reciente en un deporte tan marcado por la tradición, pero su equilibrio entre dureza y belleza le ha granjeado un importante prestigio desde que se incorporó al calendario en 2007. Con un recorrido de constantes repechos a lo largo de sus 184 kilómetros, su nombre hace referencia a los 11 tramos de pistas de tierra o “carreteras blancas” que suponen en torno a un tercio de la distancia total.
La mayor parte de esas carreteras blancas de tierra se concentran entre el kilómetro 73 y el 141, donde se encuentran la mayoría de los tramos más existentes de la carrera, aunque el muro de una pendiente que llega al 18% en el último tramo de tierra a 20 kilómetros del final también es un punto decisivo.
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