Artículo previamente escrito el (06/04/2022)
Los angelinos, tras su derrota por 121-110 contra los Phoenix Suns, se caen de la clasificación para el ‘Play-In’ de la NBA y confirman su desastre de temporada con un 31-48 que no se veía desde el 2016-2017.
Los Ángeles Lakers están firmando una de sus peores temporadas. Después del histórico decimoséptimo anillo con el que se igualaban a los Boston Celtics, han ido cayendo en las dos siguientes campañas hasta llegar puede que a lo más bajo. Este curso ni siquiera jugarán el ‘Play-In’ después de que anoche cedieran por 121-110 en Arizona ante los Phoenix Suns.
Desde el inicio de la temporada se veía que el equipo no carburaba, que le faltaba algo para competir por el anillo soñado por su nuevo ‘Big Three’. La llegada de Russell Westbrook no aportaba lo esperado junto a Anthony Davis y LeBron James. Pero, desde ahí hasta su actual situación, nadie podía imaginarse todo lo que ocurriría.
Con la de ayer son ya 48 derrotas esta campaña, en la que acumulan, a falta de tres partidos para el final de la fase regular, un bagaje de 31-48. Eso quiere decir que como máximo los Lakers podrían acabar con un 34-48 los 82 partidos. Insuficiente para pasar el corte del Top 10 en la Conferencia Oeste, marcado en estos momentos por los San Antonio Spurs con un 34-45.
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Todo ello hará de esta temporada, la peor desde el curso 2016-2017 en el que los angelinos se tuvieron que contentar con una muy mala racha de 26-56.
Además, al final de la presente campaña, los Lakers habrán firmado su quinta peor temporada en este siglo, en el que han ganado la friolera de seis anillos de la NBA.
Por si fuera poco, más allá del 2000 solo encontramos tres temporadas en las que los Lakers ganaran menos de 34 partidos desde 1960 y siete cursos si incluimos aquí las 13 temporadas de la franquicia en Minneapolis y no en Los Ángeles.
En conclusión, el máximo al que aspiran estos Lakers con ese 34-48 significará que habrán firmado una de sus 12 peores campañas en los 75 años que lleva la franquicia compitiendo al más alto nivel del baloncesto norteamericano.
Por último, este desastre deportivo significa una mancha en el inmaculado expediente de LeBron James, cuya intención es retirarse del baloncesto siendo considerado el mejor de todos los tiempos.
Esta será la segunda temporada con los Lakers que se queda sin jugar en la postemporada, ya le ocurrió en su primer curso de oro y púrpura. En total hasta el 2019 solo se había perdido los ‘playoffs’ de las dos primeras campañas en los Cleveland Cavaliers. Ahora son ya cuatro cursos sin pasar el corte de los mejores y pugnar por el anillo.
Está claro que con cuatro títulos, varios MVP y los logros personales, como el de máximo anotador de todos los tiempos al que aspira, sigue siendo uno de los reyes del baloncesto estadounidense; Sin embargo, la imposibilidad de ayudar a estos Lakers a sumar y a salir adelante suponen un duro revés para sus intenciones de retirarse por encima de la figura de Michael Jordan.
De hecho, ahora mismo se especula con la posibilidad de que incluso el alero de Akron acabe cambiando de franquicia y escoja otro lugar en el que seguir construyendo sus hazañas lejos de este desastre en el que se han convertido los Lakers.
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