Artículo previamente escrito el (11/12/2022)
Los de Didier Deschamps tienen que derrotar al equipo revelación del campeonato, para poder estar en su segunda final consecutiva de la Copa Mundial.
Marruecos está viviendo un auténtico sueño en esta Copa Mundial, es la primera vez en su historia que llegan hasta las semifinales. Una ronda a la que ninguna selección africana había logrado llegar hasta ahora, pero la historia está para cambiarla. El próximo miércoles tiene el reto de eliminar a la actual campeona del mundo.
Para todo el mundo podría parecer imposible, pero los leones del Atlas han demostrado que no hay ningún reto que no puedan afrontar. Han dejado fuera del torneo a Bélgica, España y Portugal. Ahora no es el momento de flaquear y deben hacer un esfuerzo más para lograr llegar a su primera final de una Copa Mundial.
El conjunto galo ha demostrado que tiene recursos para poder hacer daño a cualquier bloque. Tanto si salen a presionarles, como si se mantienen bien cerrados atrás. Pues bien, este miércoles se enfrentan a su antítesis. Un conjunto camaleónico, que se adapta a lo que requiere cada situación.
El ejercicio que está realizando el conjunto dirigido por Walid Regragui está siendo excepcional. Solo han encajado un gol en todo el torneo y fue en propia puerta en el duelo ante Canadá. Ni en la tanda de penaltis ante España han podido perforar la portería de Yassine Bounou, que está echando el candado cada encuentro que disputa.
En las semifinales, los africanos tendrán que defender a una fuerza de la naturaleza llamada Kylian Mbappé. Si consiguen frenar al máximo goleador del torneo con cinco dianas, estaremos delante de una de las mayores exhibiciones defensivas de la historia del fútbol en una Copa Mundial.
Mbappé no será el único argumento ofensivo de Francia. Olivier Giroud está siendo uno de los nombres propios del torneo con 4 goles. El último tanto dio la victoria en cuartos de final frente a Inglaterra. Además, Antoine Griezmann llega a este duelo como máximo asistente, tras regalarle el gol a Giroud ante los ingleses.
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Para poder frenar a estos tres futbolistas, Regragui deberá tener a su pareja de centrales titulares. Naif Aguerd no pudo jugar los cuartos por una lesión que se produjo ante España y es duda para este duelo. Mientras que Romain Saiss se tuvo que retirar del duelo ante Portugal en el minuto 70 por un dolor en el muslo.
Ambos apretarán para estar en esta cita histórica para Marruecos. El que será clave para conseguir un resultado positivo es el tándem perfecto que forman Sofyan Amrabat y Azzedine Ounahi. El despliegue físico y organizacional que realizan ambos futbolistas está siendo fundamental para lograr pasar las rondas eliminatorias.
En este sentido, la lucha por el medio campo será clave para ambos conjuntos, aunque Francia no necesita mucha posesión o dominio para generar peligro. Con muy poco balón pueden generar mucho peligro para sus rivales, como ya se demostró ante Dinamarca, donde Mbappé se llevó el partido con dos chispazos de pura genialidad.
Marruecos querrá plantear un partido dónde haya pocas ocasiones de gol, como ha venido sucediendo en las eliminatorias de los africanos. El seleccionador marroquí establecerá un bloque bajo, evitando dejar espacios entre líneas donde puedan hacer daño los delanteros de Francia. Esa es la clave del éxito de los leones del Atlas, la repetición de esfuerzos de los once jugadores.
A partir de este buen repliegue y ejercicio defensivo, los marroquís buscarán aprovechar los espacios que dejen los galos cuando ataquen. Robar en zonas comprometidas para ser muy verticales con profundidad en los laterales y extremos. Uno de los principales argumentos ofensivos es la velocidad de Achraf Hakimi que, a pesar de ser lateral, puede ser muy profundo.
Francia saldrá al encuentro intentando lograr un gol rápido que desbarate el plan establecido por Regragui. Si los africanos logran sobrevivir los primeros compases, deben ser consistentes en ataque sin tener fallos con pérdidas innecesarias. Algo que ha condenado a Portugal. Youssef En-Nesyri deberá aprovechar las pocas ocasiones que tendrá para hacer daño a los franceses, como ya hizo en el duelo de los cuartos de final.
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