Tenis: Alcaraz comienza en su superficie pendiente

Tras brillar en pista dura y tierra batida, el joven murciano parte como cabeza de serie en el Queen’s Club con el objetivo de mejorar sus registros sobre hierba.

La campaña de hierba ha comenzado con los ATP 500 de Queen’s Club y Halle, así como el WTA 500 de Berlín, el WTA 250 de Birmingham y el WTA 125 de Gaiba. De momento lo más llamativo ha sido la exigente victoria de Stéfanos Tsitsipás ante Gregoire Barrere por 6-7(6), 6-4, 7-6(3) en Halle y el meritorio triunfo de Venus Williams en Birmingham por 7-6(5), 4-6, 7-6(6) ante Camila Giorgi tras más de tres horas de partido a sus 43 años.

Este martes los focos se posan sobre Carlos Alcaraz, quien regresa al circuito 11 días después de la fatídica semifinal del Open de Francia en la que los constantes calambres impidieron al murciano mantener el impresionante nivel que estaba mostrando en el torneo galo.

Territorio desconocido para Alcaraz

La experiencia de Alcaraz sobre hierba es mínima, en comparación con lo que ya ha logrado sobre pista dura y en tierra batida. Durante sus comienzos en torneos ITF y Challenger nunca compitió sobre hierba, por lo que su debut se produjo ya en 2021 nada más y nada menos que en Wimbledon, donde necesitó cinco sets para vencer al japonés Yasutaka Uchiyama antes de caer por la vía rápida ante Daniil Medvédev.

Durante la temporada de 2022 siguió el mismo esquema y pasó directamente de la tierra de París a la hierba de Wimbledon, aunque con mejores resultado. También necesitó cinco mangas y más de cuatro horas de partido para comenzar con un triunfo ante Jan-Lennard Struff, pero luego se impuso en tres mangas a Tallon Griekspoor y Oscar Otte hasta que en la cuarta ronda cayó ante Jannik Sinner por6-1, 6-4, 6-7(8), 6-3.

Ahora por primera vez ha cambiado de estrategia y utilizará el torneo del Queen’s Club como rodaje previo al Grand Slam londinense. Su primer rival será alguien todavía más joven que él: Arthur Fils, francés de 19 años recién cumplidos, ubicado en el puesto 62 del ranking mundial, procedente de la fase clasificatoria y quien la semana pasada ya sucumbió en la primera ronda del torneo de 's-Hertogenbosch.

Halle reúne a dos viejos conocidos

Han pasado dos años desde la última vez que se vieron las caras Alexander Zverev y Dominic Thiem, dos de los principales representantes de esa nueva generación que debía desbancar al ‘Big Three’. Sus mayor duelo llegó en la final del US Open de 2020, cuando Thiem remontó dos sets en contra para acabar imponiéndose tras cuatro horas de partido y conquistar así su primer grande.

Aquel triunfo parecía el primero de muchos, pues ese mismo año ya había sido finalista del Open de Australia y contaba con otras dos finales del Open de Francia a sus espaldas, pero lo que llegó después fue un largo periodo de complicaciones por las lesiones del que todavía no se ha recuperado plenamente.

Zverev también se encuentra en su particular proceso de recuperación, tras estar de baja durante toda la segunda mitad de la pasada temporada, aunque su llegada a la semifinal del reciente Open de Francia demuestra que ya está cerca de su mejor nivel, por lo que el alemán de 26 años puede ser optimista ante un rival al que solo ha ganado en tres de los 11 precedentes directos.

bet365 News Team

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