El líder del Oeste aspira a prolongar su racha triunfal este viernes en su cancha, aunque para ello deberá ganar al colíder del Este.
Los Golden State Warriors todavía no han perdido ni un solo partido de la temporada durante el tiempo reglamentario, ya que la única derrota cosechada tras 11 partidos fue la del 101-104 frente a los Memphis Grizzlies mediante la prórroga. Desde entonces la franquicia de San Francisco no solo ha ganado los seis partidos que ha disputado, sino que su margen de victoria más pequeño en esos seis triunfos ha sido por 13 puntos.
Aunque Stephen Curry está liderando el exitoso arranque de campaña de los Warriors, capaz de anotar 50 puntos él solo el pasado lunes ante los Atlanta Hawks, a la fiesta se están uniendo varios compañeros. Jordan Poole ha sido el máximo anotador del equipo en tres de las cinco citas disputadas en noviembre, con al menos 25 puntos en cada uno de esos tres partidos; mientras que Andrew Wiggins llegó a los 35 puntos el miércoles frente a los Minnesota Timberwolves, un partido en el que Kevon Looney se fue hasta los 17 rebotes.
Esa maquinaria perfectamente engrasada se pondrá a prueba este viernes en el Chase Arena, ya que el rival a batir es el segundo clasificado del Este. Los Chicago Bulls están igualados a los Washington Wizards, líderes de la Conferencia, con siete triunfos en diez partidos, y esta semana se han impuesto tanto a los Brooklyn Nets (118-95) como a los Dallas Mavericks (117-107) bajo la batuta de Zach LaVine, Nikola vicevic y DeMar DeRozan.
