Wimbledon: Las cinco mejores finales de la historia

La hierba londinense nos ha presentado alguno de los partidos por el título más icónicos de este deporte, como el triunfo de Nadal en 2008, el mítico encuentro entre Borg y McEnroe 1980, la victoria de Djokovic en 2019, la sorpresa de Ivanisevic en 2001 o la reivindicación de Sharápova en 2004.

Las finales de Wimbledon nos han dejado momentos inolvidables, especialmente durante los últimos años ante la imponente presencia de Rafa Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer. El Big Three del tenis mundial protagoniza algunos de los partidos por el título más importantes de la historia, pero también destacan algunas sorpresas impactantes como la victoria de Goran Ivanisevic o de María Sharápova.

El mejor partido de la historia

La final entre Rafa Nadal y Roger Federer en Wimbledon 2008 es considerado por muchos amantes del tenis como el mejor partido de la historia. El manacorí se hizo con su primer Grand Slam sobre la hierba londinense tras derrotar al suizo en cinco sets (4-6, 4-6, 7-5, 7-6 y 7-9), así que el encuentro se alargó hasta las 4 horas y 48 minutos.

La rivalidad entre estos dos jugadores estaba en su punto más álgido, ya que se habían visto las caras en las dos finales más recientes sobre la hierba londinense. Los triunfos se habían decantado hacia el helvético, que acumulaba cinco galardones consecutivos en uno de sus torneos fetiche.

Además, no podemos pasar por alto que entre los dos tenistas sumaban 14 de los últimos 16 títulos de Grand Slam disputados. Eso sí, el español venía de ganar el Open de Francia y aprovechó esta buena dinámica para lograr uno de los objetivos que más ansiaba y completar una de las mejores temporadas de su carrera deportiva.

Un punto de inflexión para el tenis

La final entre Björn Borg y Jonh McEnroe también se cuela directamente entre las cinco mejores finales en la historia de Wimbledon. De hecho, rivaliza directamente con el triunfo de Nadal sobre Roger Federer en 2008 y hay mucha disparidad de opiniones entre cuál tuvo más relevancia.

El sueco se impuso al estadounidense en cinco mangas (1-6, 7-5, 6-3, 6-7 y 8-6), logrando su quinto trofeo consecutivo sobre la hierba londinense y el último de su carrera deportiva en este torneo. Por su parte, esta fue la primera final para McEnroe, que acabaría disputando otras cinco consecutivas y ganando tres de ellas.

Los dos jugadores llegaban como los favoritos al título y principales cabezas de serie, así que fue una alegría para todos los aficionados que se cumpliesen los pronósticos para citarles en la final. De este modo, no es de extrañar que la emoción se disparase en un cuarto set que contó con un tie break de 34 puntos y duró 22 minutos.

Djokovic le cierra el camino a Federer

Novak Djokovic ganó a Roger Federer en la final de Wimbledon 2019 en cinco mangas (7-6, 1-6, 7-6, 4-6 y 13-12), que también es considerado como uno de los momentos más icónicos de este Grand Slam. La igualdad fue máxima durante todo el partido y el serbio tuvo que salvar incluso dos bolas de partido, pero gestionó mejor los momentos más importantes del encuentro.

La derrota del suizo le privó de su noveno galardón sobre la hierba londinense y supuso su última final tanto en este torneo como en el resto de Grand Slam. Asimismo, sirvió como punto de inflexión para un Djokovic que desde entonces encadena cuatro triunfos en Wimbledon y está a uno de igualar al helvético.

La sorpresa de Ivanisevic

Goran Ivanisevic ganó a Patrick Rafter en la final de Wimbledon 2001 tras un partidazo que también se alargó cinco sets (6-3, 3-6, 6-3, 2-6 y 9-7) y supuso una de las grandes sorpresas en la historia del torneo. El croata fue el primer tenista de su país en levantar un Grand Slam y lo hizo tras recibir una invitación para disputar esta cita del calendario.

Ivanisevic había perdido tres finales con anterioridad en Wimbledon y estaba lejos de su mejor nivel en el circuito ATP, así que nadie contaba con sus opciones de hacerse con el trofeo. La presencia de Pete Sampras, Andrea Agassi o el propio Rafter acaparaba todos los focos mediáticos, pero la sorpresa dominó la capital inglesa.

Sharápova frena a Serena Williams

La última de las cinco mejores finales de Wimbledon fue la que protagonizaron María Sharápova y Serena Williams en 2004. La rusa conquistó su primer y único título en este torneo, pero también freno una racha de dos galardones seguidos por parte de la mejor tenista de la historia.

Uno de los aspectos más sorprendentes fue el cómodo resultado en dos mangas (6-1 y 6-4), ya que demostró una superioridad apabullante a favor de Sharápova. Sin embargo, la estadounidense se recuperó de este tropiezo y terminó firmando una de las carreras deportivas más espectaculares de la historia.