El ciclista estadounidense se proclamó este domingo en Madrid vencedor de la 78ª edición de la ronda española en Madrid.
La Vuelta a España 2023 tenía tres claros favoritos al maillot rojo. Primoz Roglic, Remco Evenepoel y Jonas Vingegaard eran los destinados a disputarse la victoria este domingo en la capital española. Sin embargo, Sepp Kuss, sin hacer mucho ruido, ha dado la sorpresa al imponerse en una de las ediciones con más nivel de los últimos tiempos.
El de Jumbo-Visma ha emergido en esta carrera como uno de los ciclistas a tener en cuenta en las próximas pruebas. No entraba en las quinielas para ser el campeón, pero ha conseguido ser el más regular en las 21 etapas celebradas hasta el día de hoy para coronarse como nuevo campeón de La Vuelta.
Las miradas en la primera semana de competición se posaron en el trio formado por Roglic, Evenepoel y Vingegaard, ya que eran los grandes candidatos a ganar. Kuss se mantenía en un perfil bajo, aunque ya avisó de su potencial con su primer gran golpe en Javalambre. Tras unos primeros días marcados por las caídas y las condiciones meteorológicas, el norteamericano consiguió la victoria en la sexta etapa. Fue una señal que estaba listo para ubicarse en lo más alto de la clasificación y dos días más tarde lo consiguió.
Al octavo día de competición, el de Jumbo lograba vestirse de rojo en un día marcado por la victoria de un Roglic, que no estaba luciendo un gran nivel en este primer tramo. El de los Estados Unidos se mantuvo en cabeza durante las siguientes jornadas dejando claro que tenía lo que hace falta para ser el nuevo vencedor.
La prueba definitiva para saber si era capaz de defender este liderato fue en la subida al Tourmalet. Un momento clave para los favoritos al rojo en la jornada número 13 de la prueba.
A pesar de la presión ejercida por sus compañeros de equipo, Sepp entró en segunda posición por detrás de un Vingegaard que le recortó 30 segundo, pero aún mantenía un buen colchón de tiempo sobre el danés. Un día en el que se descartó del triunfo en la general un Evenepoel, que se quedó abatido al inicio de la etapa y perdió más de 25 de minutos con los primeros clasificados.
La competición proseguía y presión sobre el líder aumentó en Bejes (etapa 16), donde Vingegaard se quedaba a 26 segundos del líder. A pesar de ser compañeros de equipo, el vigente campeón del Tour de Francia no quería dejar escapar la oportunidad de ganar en España y lo volvió a intentar un día más tarde en el día más importante de la carrera.
L’Angliru iba a ser fundamental para dirimir si el ciclista de Colorado se mantenía en la primera plaza. Jonas y Primoz le dejaron a los pies de los caballos en los últimos kilómetros para tratar de arrebatarle la primera posición, pero al final no hubo cambio de líder por escasos segundos.
A pesar del fuego amigo, Kuss aguantó la presión para no dejar escapar un maillot rojo, con el que entró a Madrid vitoreado por la afición. Al final su equipo decidió que iba a ser el nuevo ganador y no hubo más disputas dentro del equipo en los últimos días.
Una de las cosas que han quedado claras en estas tres semanas es que los neerlandeses no han tenido rival y han hecho lo que han querido en una grande más tras su exhibición en el Tour de Francia. Han ido dominando las etapas a placer y un claro reflejo es el resultado en la clasificación general, donde los tres primeros pertenecen a las avispas amarillas.
Nadie ha podido hacerles sombra cuando han querido apretar. En los momentos más cruciales de la prueba española han sido muy superiores al resto de competidores. Tanto en el Tourmalet como en L’Angliru se han impuesto sin ningún tipo de oposición, alzándose con un total de cinco triunfos de etapa en esta edición de La Vuelta a España. Lo que habrá que ver es si esto se repite el año que viene o si sus contrincantes pueden hacerles frente el próximo año.
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