El técnico de Zaldívar ha superado todas las expectativas en el banquillo del Sevilla y afronta con mucho optimismo la final de la Europa League, a pesar de que se trata con mucha diferencia del mayor reto de su carrera deportiva.
José Luis Mendilibar es, sin ninguna duda, uno de los entrenadores más icónicos del fútbol español tras su larga trayectoria en los banquillos. Sin embargo, su perfil bajo y su estrecha relación con los equipos modestos no le ha expuesto hacia la primera plana continental hasta su llegada al Sevilla FC.
El de Zaldívar ha revolucionado por completo a un equipo que vagaba sin rumbo en el tramo final de la temporada, le ha sacado de la zona baja de la tabla clasificatoria en LaLiga Santander y le ha conducido a una nueva final de la UEFA Europa League. Su oponente será la AS Roma del todopoderoso José Mourinho, que no ha perdido ninguna final europea desde la banda.
Sin embargo, el conjunto español tiene la ventaja competitiva de ser el rey de este torneo tras haber ganado los seis títulos a los que ha optado en menos de dos décadas. Además, Mendilibar ha demostrado que es capaz de plantarle cara a cualquier rival con un equipo competitivo, algo que decanta la balanza a su favor.
La carrera del entrenador vasco en los banquillos comenzó en 1994 de la mano del CD Arriata, un modesto equipo vizcaíno con el que ganó la Liga Regional Preferente (1996). Sus pasos le han llevado a ganar mucho peso, pero ha pasado por todas las categorías del fútbol español.
Un título en la Liga de Tercera División junto al CD Baskonia (1998), otro trofeo en la Liga de Segunda División B con el UD Lanzarote (2004) y el campeonato de LaLiga SmartBank con el Real Valladolid son sus grandes conquistas (2007). Sin embargo, también cuenta con varias temporadas de experiencia en LaLiga Santander, a pesar de que sus números han sido algo contradictorios.
Uno de los momentos más importantes de la carrera deportiva de Mendilibar fue su fichaje por el Athletic Club, ya que es el equipo más importante de todo su currículo. El problema es que solo duró unos pocos meses al frente de la plantilla por los malos resultados, debido a un pobre balance de tres victorias, tres empates y siete derrotas en 13 partidos.
Aun así, esta situación le permitió tomar impulso para firmar por el Real Valladolid, el Osasuna o el SD Eibar. Todas estas aficiones recuerdan con cariño al técnico, pero en el conjunto armero llegó a lograr un Trofeo Miguel Muñoz al mejor entrenador de LaLiga (2016/17).
El paso de Mendilibar por el Eibar le permitió coincidir con Marko Dmitrovic, Joan Jordán y Bryan Gil, que actualmente militan en el Sevilla. Además, es el equipo con el más tiempo ha estado vinculado tras seis temporadas y 248 partidos disputados: su balance en esta etapa fue de 76 victorias, 66 empates y 106 derrotas.
Esto le convierte en el entrenador con más encuentros en la élite del conjunto armero y también le sirvió para demostrar que puede hacerse cargo de cualquier plantilla. Su carrera deportiva, estrechamente ligada al fútbol español, ha dado un giro rotundo junto al conjunto nervionense.
Ahora, el resultado en la final de la Europa League le puede traer una renovación automática, pero incluso una derrota debe valorarse tras el inmenso trabajo que ha realizado Mendilibar. La directiva, la plantilla y la afición no se esperaban estos resultados, pero se han conseguido desde la humildad y el trabajo duro.
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