Las cinco finales consecutivas de la franquicia californiana, con tres anillos conquistados bajo el liderazgo de Curry y Durant, suponen uno de los grandes hitos de la historia del baloncesto.
A pesar de ser la franquicia ganadora de la temporada inaugural de la NBA en 1947, todavía conocida como BAA y con Filadelfia como sede original del equipo, la trayectoria de los Golden State Warriors fue muy discreta durante décadas. Es cierto que en 1956 los Philadelphia Warriors volvieron a proclamarse campeones y que también se adjudicaron el anillo en 1975, ya con el apelativo de Golden State, pero durante los 40 años siguientes no volvieron a pisar unas finales y se clasificaron para los playoffs en tan solo diez ocasiones.
Sin embargo, en el Draft de 2009 eligieron a Stephen Curry y el equipo californiano inició una progresión paulatina que, con las posteriores incorporaciones de Steve Kerr y Kevin Durant, culminó en una impresionante racha de cinco finales consecutivas, algo que no se veía en la NBA desde el dominio de los Boston Celtics desde finales de los 50 y durante la década de los 60.
La llegada de Steve Kerr al banquillo se hizo notar desde el primer momento, ya que las diez victorias en los 12 primeros partidos de la temporada 2014/15 supuso para los Warriors el mejor inicio de su historia. Después de 22 años seguidos sin acabar en el Top 5 del Oeste, el equipo se confirmó como líder de la Conferencia guiado por Curry, quien se adjudicó el MVP de la temporada, y en su camino a las finales los Warriors tan solo sufrieron tres derrotas.
El rival en la pelea definitiva por el anillo fueron los Cleveland Cavaliers, que habían recuperado a un LeBron James que venía de disputar cuatro finales seguidas con los Miami Heat y de ganar dos de ellas. Los dos primeros partidos en Oakland se saldaron con sendas victorias de ambos equipos en la prórroga y luego los Cavaliers se pusieron por delante en el tercer encuentro, pero los Warriors remontaron con el inesperado protagonismo de Andre Iguodala.
El veterano alero no había sido titular en ningún partido de la temporada regular, pero resultó crucial en las finales al convertirse en el freno de LeBron James, hasta el punto de que su prodigiosa labor defensiva le valió el MVP de las Finales tras conducir a los Warriors a su primer anillo en 40 años.
El imperio de los Warriors había comenzado y al curso siguiente su progresión no hizo sino aumentar, ya que en aquella temporada 2015/16 batieron hasta 25 récords históricos de la NBA, incluyendo el de mayor número de victorias durante la fase regular (73, una más que los Chicago Bulls de Michael Jordan en 1996) y el de mayor número de triunfos en total (88).
Stephen Curry revalidó su condición de MVP y fue elegido de manera unánime, algo que ningún jugador había logrado hasta entonces, pero los Warriors se toparon en las finales con unos Cavaliers dispuestos a tomarse la revancha. En una campaña plagada de hitos, la franquicia californiana firmó uno más muy a su pesar: convertirse en el primer equipo que perdía unas finales de la NBA habiendo contado con un favorable 3-1.
Tras el enorme varapalo, los Warriors optaron por reforzarse con la incorporación de Kevin Durant, quien llevaba años brillando en los Oklahoma City Thunder. Su aportación fue definitiva tanto en su primera temporada regular (25,1 puntos y 8,3 rebotes de media) como en unos playoffs que han quedado para la historia, ya que la franquicia californiana recuperó el trono de la NBA con un registro de 16 victorias en 17 partidos. Con un promedio de 35,2 puntos, 8,4 rebotes y 5,4 asistencias, Durante fue elegido MVP de las Finales contra los Cavaliers.
Al curso siguiente el equipo de Steve Kerr sufrió algunos percances en su camino a sus cuartas finales consecutivas. Durante las últimas semanas de la temporada regular Stephen Curry estuvo de baja por lesión y luego los Warriors tuvieron que llegar al séptimo partido de la final del Oeste para eliminar a los Houston Rockets, pero llegado el momento de la verdad no fallaron: 4-0 contra los Cavaliers para revalidar el título, con Durant de nuevo como MVP de las Finales.
Los Warriors continuaron su liderazgo durante la campaña 2018/19 guiados por Durant, quien acabó la fase regular con el mayor número de puntos, rebotes, asistencias y tapones de su equipo. Sin embargo, el prodigioso alero se lesionó durante las semifinales de Conferencia y, aunque los Warriors ganaron contundentemente la final del Oeste frente a los Portland Trail Blazers, para cuando Durante regresó su equipo perdía ya por 3-1 en las finales contra unos Toronto Raptors que acabaron destronando a la franquicia californiana.
En cualquier caso, para entonces los Warriors habían logrado disputar cinco finales de la NBA consecutivas, algo que ni siquiera consiguieron los Chicago Bulls de Michael Jordan, lo que supuso un hito que no se veía desde aquella inimitable racha de diez finales seguidas de los Boston Celtics entre 1957 y 1966.
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