La saltadora consiguió, en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, ser la primera atleta española en coronarse como campeona olímpica a sus 37 años.
El 20 de agosto de 2016 Ruth Beitia hacía historia para el deporte olímpico español al lograr la medalla de oro en la modalidad de salto de altura. Una gesta que logró con 37 años. La cántabra fue la única que registró 1.97 metros en la final sin cometer ningún fallo. Una marca que le dio el triunfo porque fue la única que no tuvo saltos nulos y ninguna sus rivales consiguieron superar la siguiente marca establecida en dos metros.
La natural de Cantabria abrió la competición y superó sin fallos 1.88 y 1.93, mientras sus rivales iban teniendo errores. De hecho, en este momento cayó eliminada Vashti Cunningham. La estadounidense venía registrando mejores marcas que la española y ya le consiguió ganar en el Mundial de pista cubierta de ese mismo año celebrado en Portland.
Con la llegada del 1.97, Ruth Beitia fue la única capaz de sobrepasarlo sin ningún salto nulo y solo quedaban tres compitiendo. Blanka Vasic, Chauté Lowe y Mirela Demireva. Ninguna de las cuatro consiguió superar el siguiente listón, marcado en dos metros. Por lo que Beitia se convertía en nueva campeona del mundo al no tener ningún intento nulo. Demireva fue plata y Vlasic se tuvo que conformar con el bronce.
Beitia buscaba resarcirse del cuarto puesto que logró en Londres en 2012. La española no quería decir adiós al atletismo sin intentarlo una vez más. Quería demostrar que era capaz de superarse, a pesar de superar de forma amplia la treintena de edad. El destino le aguardó una oportunidad para cerrar el círculo a su excepcional trayectoria deportiva cuatro años después, en Rio de Janeiro.
En la capital de Inglaterra rozó la gloria con la yema de los dedos, pero ella buscaba encumbrarse en la historia de los Juegos Olímpicos. Llegó a Brasil con 37 años, una edad en la que se presupone que ya ha pasado tu mejor momento para ofrecer el máximo rendimiento. Además, con lo fuerte que van pisando las nuevas generaciones.
Todo el mundo pensaba que lo dejaba cuando estuvo a nada se subirse al podio en 2012. Hasta ella misma se retiró, aunque ese pensamiento le duro apenas dos meses. Se veía con potencial para estar en la lucha por las medallas. Algo que le motivó para cargarse de ilusión y esfuerzo para lograr su ansiado objetivo.
Después de todo el trabajo realizado llegó el ansiado premio. Se convirtió en la primera y única mujer de España en proclamarse campeona olímpica en atletismo. Anteriormente, María Vasco fue la única que consiguió alzarse con una medalla. Fue en Sydney 2000 y consiguió el bronce en los 20 kilómetros marcha.
En sus cuartos Juegos Olímpicos, se convertía en la atleta más longeva en subir al podio en la disciplina de saltos de altura. Realizando una hazaña prodigiosa para completar una vida deportiva admirable.
El oro fue el broche perfecto a una carrera plagada de éxitos. La cántabra posee un palmarés excepcional con tres victorias en los Campeonatos de Europa de Helsinki 2012, Zúrich 2014 y Ámsterdam 2016, además de un bronce en el Mundial disputado en Moscú y una Liga de Diamante. En Rio se vio reflejado todo el esfuerzo dedicado a 26 años de duro trabajo y disciplina, que al final dieron sus frutos.
Beitia unió su nombre al palmarés de medallistas de oros olímpicos en el que solo se encontraban el marchador Dani Plaza y el mediofondista Fermín Cacho, ambos campeones en Barcelona 1992. Fue la decimocuarta medalla para España en Atletismo y la última que se ha conseguido hasta el momento. La segunda de esa edición, ya que Orlando Ortega también se alzó con la plata en 110 metros vallas.
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