El combinado nórdico no superó la fase clasificatoria, pero la ausencia de Yugoslavia le permitió colarse como segunda de grupo para estrenar su palmarés internacional.
El Europeo de 1992 fue uno de los más interesantes en la historia del torneo continental, ya que el triunfo de Dinamarca supuso una sorpresa mayúscula. Los daneses no habían conseguido un billete clasificatorio, pero la ausencia de Yugoslavia les permitió participar como selección invitada.
La participación estaba limitada únicamente a ocho combinados nacionales y una de las plazas fue para Suecia por su condición de anfitriona. Esto se traducía en un proceso clasificatorio muy exigente, donde se quedaron fuera España o Italia entre las grandes favoritas.
La fase de grupos situó a Suecia, Dinamarca, Francia e Inglaterra en la misma liguilla, algo que colocaba como favoritos indiscutibles a los galos y a los británicos. Sin embargo, la anfitriona logró la primera posición en su primera participación continental, mientras que los daneses se hicieron con el segundo puesto.
La victoria otorgaba dos puntos y el empate uno en esos años, así que Dinamarca empató contra Inglaterra en su estreno (0-0), perdió frente a Suecia (1-0) y se impuso contra todo pronóstico a Francia (1-2). Los resultados fueron muy ajustados, pero supusieron la eliminación de dos claros candidatos al título.
Estos resultados supusieron un refuerzo importante para Países Bajos, que llegaba como vigente campeona de la anterior edición del Europeo. Los neerlandeses hicieron los deberes en la fase de grupos para sellar sin complicaciones la primera plaza, ya que firmaron dos victorias y un empate.
Las semifinales enfrentaban a Países Bajos contra Dinamarca ((4)2-2(5))y a Suecia frente a Alenamia (2-3), unas eliminatorias que se celebraban a partido único. Los neerlandeses y los germanos eran favoritos, pero solo los segundos pudieron certificar su pase hacia la final.
Uno de los mejores encuentros en la carrera deportiva de Henrik Larsen supuso una de las mayores sorpresas en la historia de este torneo continental. El artillero nórdico marcó dos goles en la primera parte, aunque tanto Dennis Bergkamp como Frank Rijkaard igualaron el marcador por partida doble.
La tanda penaltis decantó la balanza a favor de Dinamarca, después de que Marcel van Basten fallase desde los once metros. Por supuesto, Larsen anotó su pena máxima para coronarse como estrella del choque y máximo anotador del Europeo de 1992.
La final entre Dinamarca y Alemania se tradujo en un auténtico dominio nórdico (2-0), que se adelantó en la primera mitad para sentenciar el choque durante la segunda parte. Los germanos fueron incapaces de darle la vuelta a la situación y apenas generaron peligro, algo que supuso el primer título en la historia de los daneses.
Su mejor resultado hasta la fecha había sido en las semifinales de 1964 y de 1984, así que tampoco tenían experiencia en este tipo de encuentros decisivos. Sin embargo, demostraron mucho empaque para vencer a un oponente que afrontaba su cuarta cita decisiva con el título.
Esta victoria sirvió para que Dinamarca también levantara la extinta Copa Confederaciones en 1997, algo que supuso su segundo trofeo internacional. La suma de galardones se ha quedado estancada desde entonces y nunca ha vuelto a meterse en una final.
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